EL SUPERCLÁSICO QUEDÓ EN MANOS DE RIVER
Por Adrián Maffei
River Plate derrotó2 a 0 a Boca Juniors, en un partido correspondiente a la décimo tercera fecha del Torneo Apertura de fútbol argentino, que se disputó ayer por la tarde en el estadio Monumental. El equipo de Daniel Pasarella tuvo solidez defensiva y mucho criterio para jugar en ataque, y logró redondear una victoria sin sobresaltos ante un Boca desconocido. Más de 50.000 personas vivieron de cerca el partido más saliente de la fecha y el más esperado por los hinchas de ambos equipos, durante todo el torneo.
El trámite del juego comenzó parejo. Igualmente, durante el primer cuarto de hora, se vio que River estaba mejor parado que el conjunto de Miguel Ángel Russo. Tal es así, que a los 4 minutos, Ariel Ortega, en definitiva, la figura excluyente de la cancha, habilitó muy bien al colombiano Falcao, pero falló en la definición.
Pasados los 20 minutos iniciales, una vez más Ortega, profundizó por el sector derecho del campo de juego y mando un centro “perfecto”, para que Fernando Belluschi estrellara su cabezazo en el travesaño. El ex Newell’s fue a buscar su propio rebote y, con todas las facilidades que daban los zagueros Xeneixes, tocó muy bien hacia Radamel Falcao, que esta vez no dudó y fulminó a Caranta, para decretar el1 a 0 parcial y el delirio de los hinchas millonarios.
A partir de ese momento, Boca quedó desconcertado y se agigantaron las figuras de River. Innecesariamente a los 30 minutos, Paletta cometió una clara falta muy lejos de una posición certera de gol, pero dentro del área, sobre la gran promesa de River, Buonanotte. El árbitro Héctor Baldassi no dudó en sancionar penal. Ariel Ortega fue el encargado de ejecutarlo, y Caranta detuvo muy bien. Sin embargo, a instancias del línea Rodolfo Otero, el juez repitió la ejecución por supuesto adelantamiento del arquero de Boca. Ortega no falló y colocó el2 a 0 favorable a River, con el que terminaría la primera etapa.
En el segundo tiempo, Boca, ya sin Ever Banega expulsado sobre el final del primer tiempo por una descalificadora infracción sobre Paulo Ferrari, siguió muy tibio y no logró esbozar ningún tipo de reacción, ante un River que terminó con lujos una tarde soñada. El millonario ganó con mucha autoridad, un partido que no lo traía como favorito. Suele pasar en el fútbol de nuestro país, cada vez que hay una nueva edición del superclásico de fútbol. El que peor viene, es el que termina por llevarse toda la gloria en una sola tarde. Ayer, no fue la excepción a esta regla.
River Plate derrotó
El trámite del juego comenzó parejo. Igualmente, durante el primer cuarto de hora, se vio que River estaba mejor parado que el conjunto de Miguel Ángel Russo. Tal es así, que a los 4 minutos, Ariel Ortega, en definitiva, la figura excluyente de la cancha, habilitó muy bien al colombiano Falcao, pero falló en la definición.
Pasados los 20 minutos iniciales, una vez más Ortega, profundizó por el sector derecho del campo de juego y mando un centro “perfecto”, para que Fernando Belluschi estrellara su cabezazo en el travesaño. El ex Newell’s fue a buscar su propio rebote y, con todas las facilidades que daban los zagueros Xeneixes, tocó muy bien hacia Radamel Falcao, que esta vez no dudó y fulminó a Caranta, para decretar el
A partir de ese momento, Boca quedó desconcertado y se agigantaron las figuras de River. Innecesariamente a los 30 minutos, Paletta cometió una clara falta muy lejos de una posición certera de gol, pero dentro del área, sobre la gran promesa de River, Buonanotte. El árbitro Héctor Baldassi no dudó en sancionar penal. Ariel Ortega fue el encargado de ejecutarlo, y Caranta detuvo muy bien. Sin embargo, a instancias del línea Rodolfo Otero, el juez repitió la ejecución por supuesto adelantamiento del arquero de Boca. Ortega no falló y colocó el
En el segundo tiempo, Boca, ya sin Ever Banega expulsado sobre el final del primer tiempo por una descalificadora infracción sobre Paulo Ferrari, siguió muy tibio y no logró esbozar ningún tipo de reacción, ante un River que terminó con lujos una tarde soñada. El millonario ganó con mucha autoridad, un partido que no lo traía como favorito. Suele pasar en el fútbol de nuestro país, cada vez que hay una nueva edición del superclásico de fútbol. El que peor viene, es el que termina por llevarse toda la gloria en una sola tarde. Ayer, no fue la excepción a esta regla.