A fines del año pasado el dengue cruzaba las fronteras y dejaba de amenazar sólo a Bolivia y Paraguay, para hacerlo también en el norte Argentino. Hoy hay la padecen más de diez mil infectados y tres muertos por esta enfermedad, según cifras oficiales; aunque un sindicato de profesionales de sanidad afirma por lo menos el doble de fallecidos y unos treinta mil infectados. Miles y miles, el hecho es que en la historia Argentina nunca se llegó a estas cifras (el mosquito fue erradicado en los sesenta y los noventa), y ahora ya está en el ochenta porciento del país, por lo tanto todos somos suceptibles a su presencia.

En el Senado se debate una declaración de alerta epidemiológica nacional y de emergencia sanitaria para el Norte del país. Me pregunto ¿es necesario debatirlo cuando en Tucumán hay 426 casos confirmados, en Catamarca 2.348, 5.987 en Chaco y en Salta 13.000? Los números hablan por sí solos y el mosquito Aedes aegypti ya dio el presente en la provincia de Buenos Aires.
En Mar del Plata hay dos posibles casos de dengue, los cuales uno tendría como protegonista a un nene de 7 años que había estado en Misiones hace algunas semanas y por eso, de confirmarse, no se hablaría de un caso "autóctono". La menor tiene todos los síntomas pero aún no llegaron los resultados de los estudios epidemiológicos, que se esperaban para el lunes pasado. Otro dato a tener en cuenta es la proximidad de Semana Santa y las visitas turísticas que resivirá nuestra ciudad desde los diferentes puntos del país.
"Importado" o "autóctono", el dengue es una enfermedad que no tiene cura y que causa dolores de cabeza, detrás de los ojos y en las articulaciones; fiebre alta; manchas rojizas en la piel; náuseas, vómitos y diarrea; y en algunos casos, gastritis combinada con dolor abdominal. Además, de producirse un segundo contagio, se pasaria a la variante hemorrágica de la enfermedad, que deriva en la muerte.
Tampoco existe una vacuna como vía de prevención. Por ahora debemos conformarnos con las fumigaciones en espacios verdes, y además ayudar desde nuestras casas: evitemos que se formen basurales a cielo abierto, sacar la basura en los horarios de recolección y eliminar todas las posibilidades de agua estancada (cambiar los recipientes de agua de las mascotas diariamente, o volcar todo resto de agua de botellas, etc.)
Un dato a tener en cuenta es la proximidad de Semana Santa y con ella, las visitas turísticas que recibirá nuestra ciudad desde los diferentes puntos del país. Porque si bien la enfermedad no es contagiosa, si un mosquito pica a alguien ya infectado empieza la cadena y ahí si hablaríamos de dengue en Mar del Plata.

El Ministerio de Salud de la Nación habilitó para más información, una línea gratuita que funciona de Lunes a Viernes de 9 a 22 y sábados, domingos y feriados de 10 a 16: